Imperdible Marruecos

LEGENDARIO MARRUECOS

Marruecos es uno de los destinos más exóticos del planeta. Esto es porque viajeros de todo el mundo se ven atraídos por sus bellezas naturales, sus pueblos históricos y una cultura multiétnica influenciada por la africana, árabe y mediterránea. Aquí les presentamos algunos de los lugares mas enigmáticos de este destino.

1. KASBA AÏT BEN HADDOU 
Se trata de una hermosa ciudad fortificada de color rojizo ubicada en mitad del desierto, al lecho del río Ounila.  Sus torres con motivos geométricos y sus murallas rodeadas de palmeras invitan a los viajeros a un auténtico y exótico viaje al pasado. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este destino fue elegido por muchos cineastas para rodar sus películas, ambientadas en otras épocas como por ejemplo GladiadorLawrence de Arabia o El cielo protector. Rodeada por el paisaje desértico del Anti Atlas, la fortaleza es como una imagen surrealista.


2. CHEFCHAOUEN, LA CIUDAD AZUL
Chefchaouen es una pequeña ciudad ubicada al noroeste de Marruecos, en las montañas del Rif, cerca de Tetuán. Se trata de uno de los destinos más pintorescos y exóticos del planeta ya que, al caminar sus calles, los visitantes suelen sentir que entraron al mismo cielo, porque todas, todas las construcciones del lugar son de un color azul inmaculado.
Las paredes, las puertas, las mezquitas e incluso los faroles están impregnados con esta tonalidad brillante y tan atractiva. Compuesta por callejones estrechos, escalinatas irregulares y flores en el exterior de las casas (que hacen un hermoso contraste con el fondo azul), la ciudad fue fundada en el siglo XV y durante cientos de años habitada por refugiados judíos y musulmanes. Permaneció casi 500 años aislada del exterior hasta que, en 1960, apareció la primera oleada de mochileros occidentales luego de que el pueblo fuera “abierto” por las tropas españolas.


3. ASILAH
Asilah se sitúa al norte de la costa atlántica marroquí, a 50 km al sur de Tánger. Tiene una historia muy turbulenta de conquistas, habiéndo sido controlada por fenicios, griegos, cartagineses, romanos, árabes, portugueses y españoles, llamándose Zilis (fenicios), Constancia (romanos) y Asilah (árabes).
Asilah tiene sin ninguna duda la medina mas limpia y cuidada de Marruecos y esta es su mayor interés turístico. Sus edificaciones neoárabes están en perfecto estado, completamente restauradas y rehabilitadas; sus calles blancas con zócalos azules están pavimentadas a las órdenes de diseñadores locales; y sus abundantes adornos florales hacen que el paseo por la medina sea sumamente relajante y hermoso.

La playa de los Cañones y la muralla que la rodea son otros de sus grandes atractivos.

4. GARGANTAS DE TODRA Y DADES
Entre la ciudad de Ouarzazate y el desierto de Merzouga se encuentran dos valles que se extienden por el Atlas y que albergan dos maravillas naturales: las gargantas de Todra y Dades.
La primera, la garganta de Todra, tiene paredes de piedra que alcanzan los 300 metros de altura dando forma a uno de los cañones más impresionantes del planeta. Es un destino predilecto para los amantes de la escalada.

Muy cerca, la garganta de Dades, es más baja de altura pero igual de espectacular gracias a sus colores rojizos y a formaciones caprichosas como “los dedos del mono”. Su hermosa tonalidad es la misma que la de las innumerables kasbahs que se pueden ver a medida que uno se adentra en el valle.

5. MEDINA DE FEZ
Atravesar la puerta de Bab Bou Jeloud de la antigua medina de Fez-El Bali es realizar un salto en el tiempo. Nada de autos, ni edificios altos, ni olor a humo ni asfalto. Por sus más de 9 mil calles se mueven caóticamente vendedores ambulantes, ancianos y burros de carga; a un ritmo propio de la ciudad de callejones y pasadizos.
Fez forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Ahí se recomienda visitar la Madraza Bou Inania (una de las mejores muestras de arquitectura marroquí), el Mausoleo Moulay Idriss (uno de los lugares más sagrados), Plaza Sefarine (para ver cómo se realizan caldeos de forma artesanal), las Curtidurías Chouwara (para ver cómo se tratan y tiñen las pieles), entre otros.


6. MARRAKECH
Es uno de los destinos turísticos por excelencia en Marruecos. Allí se puede vivir el ritmo diario de la llamada “Ciudad Roja”, cuyo corazón es su famosa plaza de Djemaa El Fna, animada a cualquier hora del día por cuentacuentos, músicos, encantadores de serpientes y numerosos puestos de comida autóctona.
Para vivir de lleno la cultura y tradiciones exóticas del lugar, los viajeros recomiendan alojarse en un riad tradicional en el corazón de la vieja medina; hacer un viaje hacia el desierto de Sahara (ya que se encuentra cerca), visitar el antiguo palacio de Bahía (un palacio andalusí de finales del siglo XIX que actualmente alberga el Museo de Marrakech, es una de las obras arquitectónicas más importantes de la ciudad) y, por supuesto, probar la valorada gastronomía marroquí en su plaza central. Allí, los embriagadores aromas y sabores se mezclan y llegan en forma bocanadas de aire caliente, mientras que los platos exóticos y alimentos experimentales son los protagonistas.


7. MERZOUGA: VER LAS ESTRELLAS EN EL DESIERTO
El pequeño pueblo de Merzouga, al sureste de Marruecos, es uno de los más visitados por aquellos que buscan una auténtica experiencia en el desierto del Sahara. Desde ahí se puede montar en dromedario al atardecer mientras las dunas pasan del color dorado al rosa. Así se llega al Gran Oasis, perfecto para disfrutar de dormir una noche en una jaima bajo la luz de las estrellas saharianas.

8. CASCADAS DE OUZOUD
Las cascadas más altas del norte de África, con más de 100 metros de altura, están ubicadas en plena cordillera del Atlas, a unos 150 kilómetros de la ciudad de Marrakech. Sus aguas limpias invitan a darse un baño y en su cima hay un conjunto de antiguos molinos todavía en uso además de los olivos que dan sombra en el camino para poder acceder a la parte inferior de las cascadas.